¿Qué era el mercantilismo?

lunes, 30 de marzo de 2009

Mercantilistas – Los mercaderes y el estado (Primera parte)

La era de los mercaderes, época que se designa bajo el nombre de capitalismo mercantil o mercantilismo, se considera que duró unos trescientos años, desde fechas bastante inciertas del siglo XV hasta mediados del siglo XVIII viniendo a coincidir su final con los comienzos de la Revolución Industrial, la Revolución norteamericana y la publicación de La Riqueza de las Naciones, de Adam Smith. Esta gran obra apareció en 1776, año de la declaración de independencia de Estados Unidos. Ambos acontecimientos guardaron cierta relación, pues uno y otro fueron enérgicas reacciones contra las políticas y prácticas económicas de la era mercantilista.

Durante esos tres siglos, la doctrina económica no tuvo ningún portavoz reconocido comparable con Aristóteles en Grecia, santo Tomás de Aquino en la Edad Media y bajo la ética feudal regulada por la iglesia, o Smith, Marx y Keynes en años posteriores.

¿Qué era el mercantilismo?

El mercantilismo era cualquier cosa menos un sistema; fue fundamentalmente el producto mental de los estadistas, los funcionarios públicos y los líderes financieros y comerciales de la época.

Al igual que acontecería con Estados Unidos durante el siglo XIX, las cuestiones y las teorías económicas hallaron su expresión en una amplia corriente de medidas de política económica, no en el pensamiento de determinados economistas o filósofos. Se puede entender la economía mercantilista bajo el aspecto de las condiciones económicas que entonces prevalecían y de su efecto práctico reflejado en la acción pública y privada.

Diferencia entre Historia del Análisis Económico, Historia de los Sistemas de Economía Política y Historia del Pensamiento Económico - Visión de Schum

domingo, 29 de marzo de 2009

Diferencia entre Historia del Análisis Económico, Historia de los Sistemas de Economía Política y Historia del Pensamiento Económico - Visión de Schumpeter
La anterior distinción entre enunciados ideológicamente orientados y juicios de valor no se ha de interpretar, de todos modos, como una negación de afinidad. Esta afinidad es incluso la razón por la que parece importante distinguir entre historia de la economía (del análisis económico) y una historia de los sistemas de economía política o una historia del pensamiento económico.
Se entiende por sistema de economía política una exposición de un amplio conjunto de procedimientos económicos que su autor propone sobre la base de ciertos principios (normativos) unificadores, tales como los principios de liberalismo económico, el socialismo, etc. Esos sistemas entran en consideración en la medida en que contienen trabajo genuinamente analítico. Por ejemplo Walth of Nations de Adam Smith era, por su intención, un sistema de economía política en el sentido recién indicado.
Respecto a lo que se llama pensamiento económico, se puede señalar que esta puede ser considerada como la suma de todas las opiniones y todos los deseos referentes a temas económicos, sobre todo a la política pública que afecta a las cuestiones que en un determinado tiempo y un determinado lugar ocupan la atención del público
Schumpeter considera que sería posible escribir paralelamente una historia del análisis económico y otra de las opiniones populares acerca de temas económicos. Con ello quedaría dicho que es posible escribir una historia del pensamiento económico que explicite el cambio histórico de actitudes citando al mismo tiempo los logros analíticos. Una historia así expondría la estrecha vinculación que existe entre las actitudes de la mentalidad pública en el sentido dicho y la clase de los problemas que en un momento dado interesan a los analistas y forman la actitud de espíritu general con la cual se plantean esos problemas.
Schumpeter plantea el no despreciar en ningún caso el ambiente general de pensamiento económico dentro del cual han trabajado los analistas en varias épocas, pero esos ambientes y sus cambios históricos no serán nunca el principal objeto de interés. Intervendrán como influencias favorables o inhibitorias del trabajo analítico, que será siempre el protagonista.